Justicia
La Justicia Digital es mucho más que la aplicación de tecnología a los tribunales: constituye el marco que permite que los derechos y las garantías procesales se ejerzan con plena seguridad, equidad y transparencia en un entorno digital.
Al igual que la Justicia tradicional se ha apoyado en leyes, tribunales y procedimientos, la Justicia Digital se sustenta en un ecosistema de servicios y plataformas que garantizan la interacción fluida entre ciudadanía, profesionales y administraciones. Herramientas como la identidad electrónica, la videoconferencia certificada, los sistemas de notificación digital o la gestión de evidencias electrónicas o la nueva generación de Sistemas de Gestión Procesal aseguran que cada actuación tenga la misma validez y fuerza jurídica que en el ámbito presencial.
No se trata únicamente de modernizar procesos, sino de preservar valores esenciales: proteger la confidencialidad, garantizar la igualdad de acceso y reforzar la confianza en las instituciones. La Justicia Digital es, por tanto, un activo de cohesión social y soberanía, guiado por principios de inclusión, derechos digitales y cumplimiento normativo.
Además, posiciona a España y a Europa en un plano estratégico: una Justicia preparada para responder a los retos de la era digital, resiliente frente a dependencias externas y capaz de integrar tecnologías como la inteligencia artificial o la automatización al servicio de la seguridad jurídica y la competitividad.
En definitiva, la Justicia Digital es la nueva arquitectura de confianza ciudadana, y desde Impulse, impulsamos soluciones que conectan a las personas con una justicia más ágil, inclusiva y orientada al ciudadano, promoviendo un sistema que evoluciona al ritmo de la sociedad digital.